* Artículo publicado en La revista de la facultat de Comunicació Blanquerna-URL, junio de 2016

Cientos de miles de personas recorren a pie Europa con un único y poderoso objetivo: sobrevivir. Huyen de la guerra de Siria, que hace cinco años comenzó. A diferencia de los inmigrantes, que abandonan el país de origen de manera voluntaria en busca de un empleo o mejores condiciones de vida, los refugiados son personas desplazadas forzosamente. Durante la travesía corren el peligro de resultar gravemente heridos o morir, ya que, ante la inacción de Europa, recurren a mafias y peligrosos medios de transporte. Expuestos a la intemperie o hacinados en campos, los problemas de salud ocasionados o agravados por su situación en tránsito, se suman otros de carácter psicológico. Y es que no sólo huyen de la violencia de su país de origen sino que se encuentran desamparados en los supuestos países de acogida.

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La fotografía que ilustra este post es del fotoperiodista Guillem Trius.