* Artículo publicado en La Revista de Blanquerna-URL, junio de 2017.
El envejecimiento es un proceso que forma parte de la etapa final de la vida y que a menudo se ha asociado a aspectos negativos como la enfermedad y la muerte. Hoy día, sin embargo, cada vez se hace más difícil consensuar qué significa envejecer. Los expertos distinguen entre edad cronológica y biológica para explicar que el envejecimiento no se inicia en el mismo momento para todos. Y hablan de envejecimiento óptimo para incidir en que es más importante la calidad en los años de vida que no la cantidad. Sea como sea, llegar a los 80 años en buenas condiciones físicas y psíquicas es cada vez más la norma y no la excepción. Todo indica que cada vez iremos sumando más años de vida, por lo que la prevención es clave para hacerlo de manera saludable. ¿Cómo se consigue un envejecimiento activo y satisfactorio? ¿Qué significa hacerse mayor en el siglo XXI? ¿Cómo se afronta el paso del tiempo? Reflexionamos acerca de ello con especialistas en los ámbitos de la Salud, la Educación y la Comunicación.
Los avances en salud y las mejoras en las condiciones de vida de la población han comportado cambios en la estructura demográfica: los años de vida se alargan al mismo tiempo que nacen menos personas. El envejecimiento progresivo de la población es una tendencia en nuestro país debido, por un lado, al incremento de la esperanza de vida, y por otro a la llegada a los 65 años de la generación del baby boom, aquellos nacidos entre los años 50 y 60 del pasado siglo.
Los progresos en la medicina y los cambios en los hábitos de vida han influenciado positivamente en el proceso de envejecer hasta el punto que hoy en día es difícil consensuar a partir de que edad empezamos a hablar de gente mayor. Los expertos señalan que no es lo mismo la edad cronológica y la biológica. La edad cronológica es la que figura en el carné de identidad: es la suma de los años que tiene una persona. En cambio, la biológica es la edad que parece tener. No hay acuerdo sobre cómo se calcula, pero sí se acepta que, en función de los factores genéticos y ambientales, los órganos, tejidos y células de cada uno se vuelven viejos a un ritmo determinado. El envejecimiento no se inicia en el mismo momento para todos, ni siquiera los órganos de una misma persona envejecen al mismo tiempo.
Envejecimiento activo y satisfactorio
Actualmente el envejecimiento se entiende como un proceso inevitable e irreversible que forma parte del ciclo vital. Envejecemos desde que nacemos, y la prevención es clave para hacerlo de forma activa y saludable. En 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el paradigma del envejecimiento activo con el fin de conseguir una mejora en la calidad de vida en el proceso de envejecer de las personas. Es lo que los expertos llaman el envejecimiento óptimo en detrimento del envejecimiento patológico.
«La idea central de este paradigma es que el envejecimiento es un proceso que sucede a lo largo de la vida», explica la directora del grado en Psicología de la facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, Olga Bruna. «Es una visión rompedora, pues plantea el envejecimiento como un proceso y no como una etapa, es decir, que no sólo envejecemos a los 65 años sino que implica adoptar una perspectiva nueva a lo largo del ciclo vital».
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